Acción gubernamental
Políticas públicas por el clima y la salud
Impulsando una atención sanitaria con cero emisiones netas y resiliente al cambio climático
Si bien es necesario que tanto el sector público como privado adopten medidas en materia climática, la magnitud de la crisis requiere de un proceso de descarbonización rápido, profundo y de largo aliento, impulsado por políticas gubernamentales, leyes y regulaciones en todos los sectores de la sociedad. Como responsable del 4,4 % de las emisiones de GEI a nivel global, el sector de la salud no es la excepción. Más de 60 gobiernos, que representan más del 47% de las emisiones globales netas del sector de atención de la salud, se han comprometido con la transición hacia sistemas de salud con bajas emisiones de carbono y resilientes al clima.
Salud sin Daño trabaja con diferentes gobiernos de países de ingresos altos, medios y bajos para apoyar y contribuir a la implementación de sistemas de salud resilientes al clima y con cero emisiones netas. En 2021, nuestra organización desempeñó un rol fundacional en la creación del Programa de salud de la COP26 junto con la Presidencia de la Conferencia de las Partes (COP), la OMS, Greener NHS y el equipo de Paladines de alto nivel para la acción climática de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El Programa tiene como objetivo lograr metas nacionales más ambiciosas en resiliencia y reducción de emisiones de GEI con un grupo líder de ministerios de salud comprometidos con la acción climática en el sector.
Las dos áreas de compromiso son:

En 2023, Salud sin Daño apoyó al Banco Asiático de Desarrollo en la elaboración de un conjunto de principios y en la organización de un evento paralelo sobre clima y salud en la reunión del Grupo de Trabajo de Salud del G20 en el estado de Goa, India. Fue la primera vez que el G20 abordó este tema y estableció un camino a seguir para que los gobiernos que lo integran apoyen la atención médica resiliente al clima y con bajas emisiones de carbono en el marco del enfoque “Una salud” y en la misma línea de otras iniciativas internacionales como ATACH.
Además, Salud sin Daño trabaja para llevar la voz del sector de la salud a una serie de foros y negociaciones internacionales sobre temáticas relacionadas con el clima y la salud. Estos incluyen la Asamblea Mundial de la Salud, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), las negociaciones intergubernamentales para la adopción de un Tratado Internacional de Plásticos y la iniciativa para negociar y adoptar un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles.
Foto: Amitabh Kant, Sherpa del G20, en el evento paralelo sobre clima y salud del Grupo de Trabajo de Salud del G20.
Con el lanzamiento del Programa, más de 50 ministerios de salud se comprometieron con estos objetivos. En 2022, el Programa evolucionó para ayudar a guiar la implementación de los compromisos y surgió la Alianza para la Acción Transformadora en Clima y Salud (ATACH).
A noviembre de 2022, 63 países se habían sumado a una o ambas áreas de compromiso. Veinte de estos países se habían comprometido además a alcanzar un objetivo de cero emisiones netas. ATACH ayuda a los estados miembros de la OMS y otras partes interesadas a avanzar en la implementación e integrar el nexo entre el cambio climático y la salud en los planes nacionales, regionales y globales. Cuatro grupos de trabajo brindan orientación y estos espacios son una oportunidad para que los ministerios de salud trabajen y aprendan de experiencias comunes.
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Financiamiento de los compromisos de salud sobre sistemas de salud sostenibles bajos en carbono y resilientes al clima
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Sistemas de salud resilientes al clima
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Sistemas de salud sostenibles bajos en carbono
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Cadenas de suministro
Salud sin Daño participa en todos los grupos de trabajo y preside, junto con el gobierno de Fiji, el grupo de trabajo de sistemas de salud sostenibles bajos en carbono.
La urgencia de la crisis climática ha impulsado a más ministerios de salud e instituciones gubernamentales a avanzar en el camino hacia la resiliencia y la descarbonización de la atención sanitaria. Además de los países involucrados en ATACH, los ministros de salud del G7 declararon su objetivo de “construir sistemas de salud ambientalmente sostenibles y climáticamente neutrales a más tardar para 2050, y apoyar a otros países en este esfuerzo”. Los países que forman parte del G7 representan el 41% de las emisiones climáticas globales del sector de la salud. Su compromiso paralelo con ATACH eleva el porcentaje total de emisiones de salud programadas para la descarbonización a casi el 48% de todas las emisiones de salud globales.
Gobiernos que avanzan en la implementación
En 2022, el Ministerio de Salud y Protección Social de la República de Colombia y Salud sin Daño firmaron un memorando de entendimiento para trabajar juntos en la estimación de la huella de carbono del sistema nacional de salud a nivel de los establecimientos.
El proyecto tiene tres componentes principales:
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Identificar una muestra representativa de hospitales y centros de salud del sistema de salud colombiano.
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Capacitar equipos de las instituciones de salud en el uso de la herramienta de monitoreo del impacto climático de Salud sin Daño.
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Brindar soporte técnico para ayudar a las instituciones a determinar el tamaño y composición de su huella climática.
Los datos obtenidos a partir de esta experiencia piloto serán analizados para estimar las emisiones de gases de efecto invernadero del sector salud colombiano a nivel nacional. En base a los hallazgos, se desarrollarán una serie de recomendaciones específicas para contribuir al desarrollo de un Plan Integral Sectorial de Gestión del Cambio Climático (PIGCCS) para el sector de la salud de Colombia. Una vez finalizado el proyecto, Colombia será el primer país de América Latina en estimar la huella de GEI de su sistema nacional de salud, incluidas tanto instituciones públicas como privadas.
Salud sin Daño trabaja con varios gobiernos y sistemas de salud del G7 para apoyar la implementación de los compromisos asumidos en la COP26 y la declaración del G7. A través de Operación Cero (Operation Zero), Salud sin Daño trabaja en colaboración con distintos gobiernos de la Unión Europea (UE), como los Países Bajos, la región de Lazio en Italia y Portugal, para desarrollar la metodología y las herramientas para medir las emisiones de GEI de sus sistemas de salud y diseñar hojas de ruta para alcanzar los objetivos de emisiones cero.
El gobierno de Argentina incluyó en su contribución determinada a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) el compromiso de estimar las emisiones de su sector de la salud y adoptar medidas para reducirlas. El Servicio Nacional de Salud de Inglaterra ha elaborado un plan para alcanzar cero emisiones netas a más tardar en 2040. El estado de Chhattisgarh en India está invirtiendo en energía solar para todos sus hospitales y centros de salud. Estas acciones de liderazgo indican que las políticas y acciones de atención de la salud climáticamente inteligente están surgiendo en todos los continentes y son viables y alcanzables.
Los organismos internacionales desempeñan un papel fundamental, brindando apoyo a los gobiernos nacionales y subnacionales para que se comprometan con la reducción de las emisiones. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) ha desarrollado un conjunto de vías de acción climática que definen las visiones sectoriales para la resiliencia climática en un escenario de 1,5 °C para 2050 y disponen las medidas necesarias para alcanzar dicho futuro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) brinda orientación técnica y en materia de formulación de políticas a los ministerios de salud de todo el mundo, y en particular a los países de ingresos medios y bajos, en los cuales la transición a un sector resiliente y bajo en emisiones debe ir acompañada de acciones simultáneas orientadas a resolver otras necesidades de salud apremiantes, como la cobertura sanitaria universal.
Numerosas agencias de cooperación bilaterales y multilaterales están comenzando a invertir en la transformación de la atención médica para enfrentar los desafíos de la crisis climática.